Comida devorada

Número de almas que pasan.




viernes, 5 de marzo de 2010

36 (Siempre hay un lugar, donde tu presencia puede ser alivio)


Asqueroso, cansado, místico, desnudo ¿¡quién es!

¿Cómo es que cuando no había razón para vivir
Él me dió una razón para vivir y para morir?
Es extraño, no me puedo parar a llorar ahora,
no puedo pararme a ver la podredumbre de este tiempo,
no puedo calcular atentamente la órbita en la que vivo
ni en la que escribo, ni en la que me muevo, ni a la que parece que voy.
No me someto a las comodidades,
ni me arriesgo por la alegría,
no torturo mi cabeza para que me entiendan,
no torturo mi cabeza.
Si no puedo hasta que pasen millones de siglos, esperaré...
Los cimientos en desde donde está construída mi casa
tienen nombre. Un nombre Santo.

1 comentario:

  1. ¿Sentís la libertad?
    ¿Experimentará alguna vez el ave un miedo mayor y un despojo más terrible que el de aquél momento en el que salta otra vez del nido para echar un vuelo del que sabe que esta vez no regresará a dormir junto a su madre y sus hermanos?
    No lo creo.
    Volverá al poco tiempo, aunque en ese momento no lo sabe.
    Volverá con el alma libre.
    ¿Experimentará alguna vez una felicidad mayor?

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