Te damos la bienvenida.
Que para que yo sienta tú tienes que sentir primero
porque si tu sientes, algún gesto en tu sentír
me aproximará a tu mundo,
y me aproxima porque estoy dispuesta a que eso pase,
que pase el corazón de nuestras caricias,
que siga viva la pretrificación de mis yemas,
que sigamos vagando por la cancha de los abrazos
mirando al muerto muriendo, mirándonos morir de a poco
y actuar como si nada importase porque estamos juntos,
y multiplicamos los corazones de nuestras caricias
que le dan la bienvenida a lo eterno
y siguen, todavía siguen sintiendo la simpleza que nos hace humanos
pero que al mismo tiempo nos conduce a los ojos de todos.
Déjame entender que las necesidades son mentira,
que soy una idiota y lo seré hasta que muera.
Pero moriré contigo y eso me hace valiente,
me hace valiente haberme quedado en tí, contigo toda la maldita vida,
porque una y mil veces pude irme y estoy aquí, seguiré aquí.
No sigo por todas las veces que me pediste que no llore,
sigo por todas las veces que lloramos juntos sin derramar una sola lágrimas,
por todas las veces que nos desarmamos por dentro,
que no supimos como seguir pero estuvimos juntos y desarmados.
Sigo por todas las veces que parasta y paré contigo para recordarte que hay que seguir.
Pase lo que pase, cualquier cosa, los castillos de arena que construímos y nunca se llevará la marea son la prueba de que pudimos armar el reino.
Mi amor, estés donde estés. Sé que esto no lo viviste jamás.
Que para que yo sienta tú tienes que sentir primero
porque si tu sientes, algún gesto en tu sentír
me aproximará a tu mundo,
y me aproxima porque estoy dispuesta a que eso pase,
que pase el corazón de nuestras caricias,
que siga viva la pretrificación de mis yemas,
que sigamos vagando por la cancha de los abrazos
mirando al muerto muriendo, mirándonos morir de a poco
y actuar como si nada importase porque estamos juntos,
y multiplicamos los corazones de nuestras caricias
que le dan la bienvenida a lo eterno
y siguen, todavía siguen sintiendo la simpleza que nos hace humanos
pero que al mismo tiempo nos conduce a los ojos de todos.
Déjame entender que las necesidades son mentira,
que soy una idiota y lo seré hasta que muera.
Pero moriré contigo y eso me hace valiente,
me hace valiente haberme quedado en tí, contigo toda la maldita vida,
porque una y mil veces pude irme y estoy aquí, seguiré aquí.
No sigo por todas las veces que me pediste que no llore,
sigo por todas las veces que lloramos juntos sin derramar una sola lágrimas,
por todas las veces que nos desarmamos por dentro,
que no supimos como seguir pero estuvimos juntos y desarmados.
Sigo por todas las veces que parasta y paré contigo para recordarte que hay que seguir.
Pase lo que pase, cualquier cosa, los castillos de arena que construímos y nunca se llevará la marea son la prueba de que pudimos armar el reino.
Mi amor, estés donde estés. Sé que esto no lo viviste jamás.
Hola, no te olvides de mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario