Que salgan flores de mi mal,
que pueda hacer música con cada palabra
que pueda ver como ver
que los horarios modificados de tu viaje me nutran
y siga, en el sexto cuarto de mi casa haciendo la lista
para el supermercado.
Hermanos de infancia y algo más
las rodillas ya no están como antes
era el paisaje para nosotros, lo único
y un turista adulto reía, de la inocencia.
Escribimos sin coherencia y allí está la coherencia,
que siga lloviendo no es un problema,
la vida sigue llevando la estética de Londres,
y está bien.
Mejor no me escuches,
tus palabras negras dieron en el blanco,
vos no entendiste,
hay que jugar a algo,
sino todo es lo mismo.
Pero todo es tan posible
desde el ruido antes de entrar
hasta la ausencia de señales de vida por un tiempo.
Sabemos por el costado del edificio
puede verse el amanecer
y siempre va a ser así, ring raje eterno,
algunas cosas se terminarán solas y otras no
siempre todo por la borda
y vos primero,
pero tu nombre se parece a mis ganas.
Oh casualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario