Comida devorada

Número de almas que pasan.




jueves, 29 de julio de 2010

79 (1,2,3 YA!)

No voy a mentir diciendo que no te veo.

El viento fue en algún punto un delirio de sombras, no por orden de importancia,

pero las más escondidas y persistentes fueron protagonistas otra vez.

Como una prueba de miradas y perspectivas,

carente de lenguaje a veces desde algún punto de vista,

pero como vocero el intento de convencimiento constante,

no entiendo por qué, pero así entramos en la multitud

y como de costumbre quería irme,

soportar las horas muertas en otro lado

enfrentar la espera sola, o no tan sola, pero aumentando la fe todo el tiempo.

Alguien trantando de hacer entrar un zapato que jamás entraría,

tal vez en este caso no tiene que ver con el tamaño sino más bien con la calidad,

y no la calidad de la situación, ni de como decir las cosas, sino de vivencias,

porque pueden y se comparten todo el tiempo,

pero ¿Se consideran como la verdad?

Esa forma de manipular las palabras y los momentos

para que enfrenten los cimientos ya formados de otros,

sin nivel de consideración, sólo buscando convencimiento.

No sé si es apropiado repetirlo, pero

quiero servir, quiero servir, hasta morir, hasta morir.

Todos lo hacemos, pero algunos toman la decisión

por eso hay una intención distinta que se nota

que se aprecia por quien debe apreciarla.

Señor, acompáñame a soportar el sonido de las avenidas,

respiro, cuánta devoción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario