24 (Tercer día CcC)

Amaneció de dorado,
la crisis en la prudencia otra vez presente,
el límite en la libertad
y los fantasmas de sus tentaciones
que me hacen culpable,
que entristecen sus rostros
y los congelan suavemente
en una imágen
que los lleva
al contacto directo
con su pornográfica imaginación.
Estúpido viaje de conciencia,
malditos ojos enfocados en algo irreal,
imbéciles víctimas de la corrupción
que ustedes mismos generan.
Porque piensan
que la represión impuesta por su propia voluntad
es el alejamiento de lo obceno
y el acercamiento a lo divino;
pero no saben, mis queridos cómplices,
que esa represión enloquecerá sus deseos,
y resaltará sus ojos,
no podrán sacárselos,
ni cortar sus manos
y mucho menos arrancar su lengua,
porque ustedes,
creerán que la solución
es enfoncarse en otras luces,
pero en realidad,
es sacar, cortar y arrancar
cualquier pasado,
cualquiero momento,
cualquier placer vano,
para que la única luz
sea su guía.
Así que cuando quieran reprimirse
porque son estúpidos
y tienen miedo
hagan todo lo contrario,
y vean a Dios,
porque Él creo todas las cosas,
y esa creación fue hecha
para apreciar,
porque ahí está Él,
y nos dió vista,
para admirarlo
y no cerrar los ojos
porque somos débiles.