Tiempo de hacer el amor.

Una serie de eventos desafortunados.
Toca mis tambores, realiza de manera afectuosa la superación de esta semana trágica donde no hay faltas de ortografía, ni actitudes coloniales, ni excepciones ante lo incorrecto, semana de introspección, sin luces pero con mucha actividad. Ven diseño creativo y enigmático del momento en el que los árboles y toda la naturaleza entera son contemplados, ven a cambiar la conciencia del que no puede ver el significado de la sensatez de lo perfecto, de lo admirable; dime si para eso no se necesita humildad, ven y ve si la consecuencia de esa contemplación, de esa mirada, no es el creer una superioridad espiritual, excepcional a todos; dime si hay o no otro camino y sé que siempre lo hay, pero pregunto, por las dudas. No sé si los puntos apartes son necesarios hoy, no sé si recuerdas cuando te dije que no pedía para no molestar, que no imploraba no porque creyese que puedo sola, sino porque intentarlo no me destrozaría y en el momento que ayuda necesite, la tendré si tengo que tenerla. Pero no justifica que pida y pida y pida y nada ponga de mí para que lo que pido se realice. Sigo sin poder escribir cuentos, historias, que relaten en tercera persona, viéndolo desde afuera, narrándolo, sintiéndolo, qué es lo que pasa. Temo que la perseverancia no es fácil hoy, y no puedo ver cómo todo se está yendo mientras dejo pasar el tiempo. Porque como decían hoy, ¿cuál es la diferencia entre dejar pasar el tiempo y darse un tiempo para hacer las cosas a tiempo? ¿Es que el que deja pasar el tiempo lo hace por cobarde y el que se da un tiempo asume la responsabilidad de hacerse cargo de la situación que afrontará cuando ese tiempo cumpla su ciclo? Aunque de verdad los seres humanos ¿Podemos ver la inmensidad entera de las situaciones? No. Pero el que espera y por una causa, por necesidad, por obligación, por deber, por amor, el que espera ¿está dejando pasar el tiempo? No todos se sumergen en esa espera, y no todos descubren cuando el momento llega y la determinación es necesaria pero fatal. Madurar es darse tiempo, es dar tiempo a las cosas, a las situaciones, no apurarse, no actuar con ansiedad. Pero estar preparado para cuando el tiempo se cumpla y produzca un cambio.
Es tiempo de hacer el amor, dirían, y no perder el tiempo mientras se espera.