Comida devorada

Número de almas que pasan.




miércoles, 10 de noviembre de 2010

Ímpetu.

Petrificas mis ojos, la muerte nos toma fotos pidiéndonos que posemos para seducirla pálidamente en los baños de los boliches recubierto de muslos intactos que trazan curvas perfectas de nuestras manos y el detalle de los cadáveres caminando a nuestro lado por baldosas ciegas que están en las calles anchas de nuestro olfato glorioso lleno de granos que hacen presión para que débilmente nos unamos
Me inspiras, me tocas, distancia, resonancia, ímpetu, y se terminó la música del silencio me doy cuenta.
No quitas tus brazos que remueven mi vientre despacio,es casi imperceptible tu sonido que pide perdón oralmente para él mismo no sorprenderse cuando decidas amarme con la piel alguna vez sin que te lo pida sin que haga y ponga todo mi esfuerzo para hacer contacto con tu alma. Locos aromas a fruta, a flores, aromas de cada momento para volver a recordarlo y hacer el amor unir las lenguas rozar la espalda, gracias a ellos, gracias a que se remueven en mi pecho y no vuelven, se quedan ahí, parece que no puedo dejarlos ir, pero sí puedo, y la música del silencio terminó, Cordelia ¿Dónde estás?

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