Comida devorada

Número de almas que pasan.




martes, 11 de mayo de 2010

78 (Me pintó escribirte hoy también)

Despreocupa tu instante
modifica la soledad
sufrí las ganas de tu golpe,
dale, dale que me pintó la agresividad,
ahorca tu cuello y que tus ojos se pongan almendra
y que tu pico sea como tu consciencia,
que crees ojos nuevos cuando la limpias
cuando resumes tu tolerancia
en una novedad reiterada e indefinida
de rostros destrozados por pensamientos negros
por finalidades con realidades mañaneras
llenas de deseos, que crean, crean deseos
más y más y más música, letras, melodías
una finalidad mentirosa, irreal, una cita estúpida,
que espera, espera agarrarte de la silueta con los dedos extendidos
y abrazarla como la muerte, como una foto mentirosa,
piensa en ella y que te afecte,
que te afecte su tamaño
por creer que si el tamaño es grande
más te afectará.
Agárralo, te lo digo otra vez, abrázalo como abrazas a la muerte
a la soledad, a las sombras, como te abrazas a tí y sólo a tí, abrázalo.
Tus motivos siguen siendo pequeños, estúpidos, intransparentes,
que crean para tí excusas, modifican tu "condición"
dale, besa sus pies, y fíjate, fíjate si así te sientes tú.
Mira tu imbécil negación, tus signos, tus mapas macabros,
el exceso de lógica que invade tus manos, tu aliento, tu nariz, todo,
sobre todo tus manos. Dale pajero, deséate un poco más.
Remueve tu caminar,
disminúyete,
no me escuches a mí.

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